La orfebrería es el arte de labrar objetos artísticos de oro, plata y otros metales preciosos, incluso aleaciones de éstos.
Hoy en día disponemos de escasas obras de orfebrería románica a pesar de que la historia cuenta que los románicos elaboraron cientos de piezas. Estas piezas desaparecieron debido a su alto valor monetario y por el refundido de las mismas para el aprovechamiento de sus materiales.
La elaboración de este tipo de piezas se derivó de la creación de iglesias, catedrales y monasterios, porque la iglesia dictaminó que el cuerpo y la sangre de Cristo no podían estar contenidos en materiales que no fueran piedras y metales preciosos y porque los grandes reyes donaban estas costosas obras esperando ganar su salvación.
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Estas manifestaciones artísticas estuvieron ligadas a la religión, por lo que entre sus representaciones más importantes destacaron: frontales de altar, arcas, relicarios, cruces, cálices, incensarios y material litúrgico elaborados con materiales como el oro, la plata y el bronce que combinados con otros materiales preciosos y con marfil, eran repujados y colocados sobre bases de madera.
La elaboración de la orfebrería se realizaba en talleres especializados, ya fueran urbanos o eclesiásticos, con artesanos muy diestros en la labor.
La fabricación de objetos de orfebrería se realizaba conforme a las técnicas habituales:
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- El método de fundición consistía en la fabricación de un molde que permitiese la aceptación por un bebedero por donde penetraba el material fundido. Este método se destinaba a piezas más bien pequeñas.
En ambas técnicas se podía emplear decoración variada por cincelado o repujado, dependiendo de la ejecución interior o exterior. Como complemento podía decorarse con una filigrana en soldadura que aparecería engastada en hilaturas de oro o plata que dibujaban motivos geométricos o figurados. Se podía rematar la obra con esmaltes, piedras preciosas, o marfil.
Con la combinación de técnicas como la filigrana, la pedrería, el tallado y la creación de esmaltes, estas obras se hacen aún más suntuosas.
- La filigrana era la técnica con la cual los orfebres fijaban las obras a su base con hilos de oro.
- La pedrería consistía en incrustar o engarzar a las obras gemas coloridas de formas regulares o irregulares.
- El tallado milimétrico se hacía sobre el mármol y los orfebres lograban gran precisión y perfección en las figuras que tallaban.
- La creación de esmaltes de diversos colores que servían como elemento decorativo de las obras y las dotaban de vida y significado. Los esmaltes se realizaban mediante dos técnicas:
. Tabicado Bizantino, que consistía en la aplicación del color en pequeños alvéolos, formados por planchas de oro donde se colocaba la pasta vítrea para fundirla en el horno.
. Champlevé, en la que se aplicaban las pastas muy espesas de vidrio sobre planchas de cobre rebajadas que se introducían en el horno de fundición. Luego, estas planchas eran unidas hábilmente mediante soldaduras, formando los mosaicos.